Opinión de Redacción AN / ES
Por Alberto Islas.
Culiacán surge como potencia en el mundo del narcotráfico en los años 90’s, después de que los Cárteles colombianos se ven forzados a pagar el traslado de cocaína a los Estados Unidos con producto. El cártel de Sinaloa se quejaba por tener que almacenar la carga y no recibir el pago de manera inmediata. Los colombianos argumentaban que el negocio de la cocaína era distinto al de la mariguana “la droga viaja rápido, pero el dinero regresa lento”.
Sin embargo, esto cambio cuando EU incrementó la presión sobre los cárteles colombianos y el Cártel de Sinaloa con Amado Carrillo exigieron recibir su pago en especie para iniciar la distribución en todo Norteamérica.
En Culiacán aprendieron a controlar los inventarios y pronto establecieron el precio del mercado en los EU. El cártel de Sinaloa operaba con las mismas reglas económicas que el mercado del petróleo, donde los almacenes en Rotterdam o Houston determinan el precio del crudo. Los tratados de libre comercio que México firmo en los 90’s también ayudaron a que la cocaína vía México llegara a todo el mundo.
A partir de entonces, el cártel de Sinaloa tomo la forma de una empresa descentralizada. Donde la cadena de valor de la cocaína era segmentada con diferentes socios para reducir el riesgo.
Así, había un grupo encargado de recolectar la droga del mar o playas; otros del traslado a las bodegas; capataces que contrataban grupos de mujeres para hacer los cortes de cocaína; empaquetadores del producto que desarrollaban formas de contrabando para evitar ser detectada al cruzar la frontera; distribuidores en los EU; lavadores de dinero, abogados, políticos; además de pilotos, pescadores y choferes de confianza.
Este modelo de negocios permitió que la organización, al contar con una serie de proveedores tipo “outsourcing” ajustara su modelo de operación de manera ágil cuando había decomisos y también al igual que las empresas redujeran costos rápidamente. Culiacán se volvió en una ciudad donde la actividad económica y empelo dependen del crimen organizado, en forma directa e indirecta.
Hoy, el cártel de Sinaloa no tiene cabeza y en los próximos días Iván Archibaldo Guzmán Salazar, será aprehendido. La estructura criminal está nerviosa porque saben que sus líderes están cooperando con las autoridades de EU; el ejército y marina están aumentando los decomisos; y, los proveedores de cocaína y precursores para elaborar el fentanilo no están surtiendo mercancía si los pagos no son por adelantado.
Como resultado del desempleo en la ciudad, se ven bandas de 5 a 10 jóvenes tocando en la calle y los demás están migrando a nuevas plazas.
Caborca es una ciudad estratégica para la logística del crimen organizado. Se ubica al norte del estado de Sonora, donde se tiene acceso a Mexicali, Sonoyta, Nogales y Naco. Cuenta con un aeropuerto al oeste de la ciudad con una pista de 2,100 metros. En los últimos años han aumentado la construcción de bodegas. En la última semana la Marina Armada de México detuvo a “Keka” líder de un grupo de sicarios que trabajaban para Ovidio Guzmán López, también aseguraron vehículos blindados.
En esta ciudad, Rafael Caro Quintero estableció sus operaciones en 2017 al ser puesto en libertad. Rápidamente organizo el traslado de cocaína y mariguana. En los sistemas de monitoreo aéreo de Norteamérica se detectó un aumento en el tráfico irregular de avionetas tipo Cessna Caravan y Beechcraft King Air que salían de Quinta Roo y Oaxaca hacia Caborca. Esta es la manera más eficiente para trasladar droga en México, ya que las carreteras son más peligrosas.
Al ser reaprehendido Rafael Caro Quintero, su sobrino José Gil Caro Quintero asumió el rol de jefe de operaciones de la organización. Hoy cuentan con una ventaja que los puede posicionar como el cártel más poderoso de México. Primero es la inclusión de los proveedores del cártel de Sinaloa que están en búsqueda de un mando más maduro.
Segundo, el acceso a los cruces fronterizos como Nogales, Sonoyta y Ciudad Juárez. El control de la Ciudad de Tijuana en los 80’s por la familia de los Arellano Félix fue parte fundamental para ser tan exitosos. Tercero, las autoridades de México y los EU tienen prioridad continuar con los miembros del CJNG como objetivos, esto le da un respiro al cártel de Caborca.
La extradición de Rafael Caro Quintero, la semana pasada es un golpe simbólico para Caborca. La procuradora de los EU Pamela Bondi llamó al juez Enrique Camarena Jr., hijo de Kiki Camarena para informarle del arribo de Caro Quintero a los EU. Es probable que el fiscal pida la pena de muerte y no le ofrezcan ningún trato, lo cual solo hará crecer su leyenda en Caborca, porque “nuestro jefe no fue de soplón”.
Ir tras objetivos, sin establecer políticas públicas, son victorias de corto plazo ya que el tamaño del mercado de drogas sufre una interrupción temporal. Si eliminas a un grupo, surgen otros, porque el incentivo de traficar con estupefacientes es mayor que el riesgo. A México le urge una estrategia para desarticular el crimen organizado basada en políticas públicas con presupuesto y no solo buenas intenciones.
Alberto Islas