A unos días de que se celebre Noche Buena y Navidad, decenas de niños ya esperan con ansias los regalos que recibirán por parte de Santa Claus en esta fecha tan especial y ya han hecho sus pedidos a través de sus cartitas que seguramente están en camino al Polo Norte.
Esta tradición en la que los pequeños reciben regalos por parte de Papá Noel tiene sus orígenes en Turquía durante el siglo IV, cuando San Nicolás, obispo de Mirna era conocido por sus obsequios secretos, como poner monedas en los zapatos de las personas que se los dejaban, una práctica que todavía se celebra en su festividad nacional, el 6 de diciembre.
Posteriormente, la festividad se popularizó en Europa durante el siglo VI en donde Papá Noel, regalaba regalos en secreto a los niños pequeños, que ha prevalecido hasta la actualidad, convirtiendo a la Navidad en una fecha muy esperada y llena de ilusión para los niños.
¿Por qué lo niños deben creer que existe Santa Claus?
Existe un dilema respecto a decirle o no a lo niños si existe o no Santa Claus, tal como ocurre con los Reyes Magos, que en México es una tradición más arraigada, pues los expertos en filosofía han recomendado a los padres de familia mantener viva está ilusión por una poderosa razón.
En un artículo para The Conversation, Tom Whyman, profesor de filosofía en la Universidad de Liverpool, sostiene que "los niños necesitan a Papá Noel" porque hace que la Navidad sea mejor y fomenta una dosis de "sospecha saludable y sostiene que "los niños necesitan a Papá Noel".
De acuerdo con el estudioso, mantener viva la ilusión de la existencia de Santa Claus es el toque mágico que hace especial la Navidad año con año y asegura que, “Sin el mito de Papá Noel, ¿qué sería la Navidad para el niño promedio?”.
Mientras tanto, el Dr. Joseph Millum, profesor de filosofía en la Universidad de St Andrews, se refirió a la forma en cómo algunos papás usan a Santa Claus para manipular a sus hijos, con la amenaza de que Papá Noel no dejará ningún regalo en Navidad como táctica para lograr que los niños hagan sus labores y se comporten.
Sin embargo, lo anterior podría ser perjudicial, pues acaba con la confianza de lo niños y es una forma de decirles mentiras.
Los expertos en el tema aseguran que la edad promedio en la que se comienza a dejar de creen en Santa Claus es a los ocho años, pero la mayoría de los niños tienen la intención de celebrar a esta importante figura de la Navidad en su edad adulta, e incluso fomentan que los niños crean en él.