El momento más emocionante al partir la rosca es descubrir quién encuentra el pequeño muñeco escondido en su interior
Por: Jhoanna Ontiveros Peraza
El maratón Guadalupe-Reyes, una de las temporadas festivas más importantes en México, llega a su fin este lunes 6 de enero con la celebración del Día de Reyes. Esta fecha marca el cierre de un periodo lleno de tradiciones que han unido a familias y comunidades desde el 12 de diciembre, fecha que da inicio a este maratón con la festividad de la Virgen de Guadalupe.
La llegada de los Reyes Magos es uno de los momentos más esperados, sobre todo por los niños, quienes reciben juguetes y regalos en conmemoración de los obsequios ofrecidos por Melchor, Gaspar y Baltasar al Niño Jesús. Pero además de la entrega de regalos, una de las tradiciones más significativas de esta fecha es la reunión familiar para compartir la tradicional rosca de Reyes.
ORIGEN DE LA ROSCA
La tradición de la rosca de Reyes tiene raíces en la Edad Media, específicamente en el siglo XIV en países como Francia y España. Llegó a México durante la época colonial, adaptándose a las costumbres locales.
Este pan circular simboliza el amor eterno de Dios, mientras que las frutas cristalizadas que lo decoran representan las piedras preciosas de las coronas de los Reyes Magos. Por su parte, el muñeco escondido recuerda al Niño Jesús, quien fue ocultado por María y José para protegerlo de las amenazas del rey Herodes.
La celebración evoca el viaje de los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar quienes siguieron una estrella hasta Belén para rendir homenaje al recién nacido, llevándole regalos: oro, incienso y mirra.
¿QUÉ SIGNIFICA ENCONTRAR EL MUÑECO EN LA ROSCA?
El momento más emocionante al partir la rosca es descubrir quién encuentra el pequeño muñeco escondido en su interior. Esta figura, que representa al Niño Jesús, tiene un significado especial dentro de la tradición mexicana.
Para muchos, encontrar el muñeco es visto como un acto de buena suerte o una muestra de fe. Sin embargo, según la tradición, quien lo descubre asume la responsabilidad de ser el padrino o madrina del Niño Jesús. Esto implica cuidarlo simbólicamente y organizar una celebración el 2 de febrero, Día de la Candelaria. Durante esta fecha, el padrino deberá ofrecer tamales y atole a los invitados, extendiendo el espíritu de unión y convivencia más allá del Día de Reyes.
El Día de Reyes y la rosca no solo representan un acto culinario, sino un símbolo de fe, historia y unión familiar. Año tras año, esta tradición fortalece los lazos comunitarios y preserva el legado cultural de generaciones.
Así, cada 6 de enero, la rosca de Reyes se convierte en un puente entre el pasado y el presente, una forma de celebrar y recordar la historia que da origen a esta entrañable festividad.