Tras la elección de 1988 donde en el clima político y social señalaban al gobierno de haber hecho un presunto fraude para que ganara el candidato del PRI, Carlos Salinas de Gortari, la Cámara de Diputados albergó los paquetes electorales, situación que en el incendio se consideró por parte de la oposición un factor de atentado para borrar las presuntas evidencias.

El entonces presidente de la Cámara de Diputados, el exdiputado del PRI, Guillermo Jiménez Morales, contribuyó a la versión oficial al decir que los paquetes albergados en el edificio A habían sobrevivido a las llamas, así como la memoria histórica del parlamento.

Los diputados necesitaban urgentemente dónde sesionar para aprobar en un periodo extraordinario para la reforma electoral de ese año, una de las más trascendentales para la democracia en el país.

Excélsior dio cuenta el 6 de mayo de 1989 del siniestro que, de acuerdo con las autoridades, fue por un corto circuito en el que murió por intoxicación el empleado Adolfo Miguel Soriano Blanco, quien se encontraba de guardia.  Además de daños en la mayor parte del edificio A,  que comprenden el salón de sesiones,  la oficina de la presidencia de la gran comisión, el entonces palco de honor, las galerías y el frontispicio, el salón verde, la sala de servicio médico, la sala de prensa.

Las llamas devoraron rápidamente el mobiliario compuesto por las curules de piel, alfombras, recubrimientos. Dañó los bustos de los próceres, murales, galerías, y el grabado del artista mexicano Adolfo Mejía con la historia legislativa de México. Las inscripciones en letras metálicas se derritieron”, fue parte de la crónica publicada.

Se documentó que el incendió ocurrió a las 03:18 horas. Se tardaron 14 horas para extinguir el fuego y fue hasta las 07:00 horas que fue controlado por 170 bomberos que participaron. La recuperación del recién inaugurado recinto parlamentario costaría 200 mil millones de pesos.

Para el periodo extraordinario en el que se iba a discutir la reforma electoral, se pensó en sedes alternas como el Palacio de  Bellas Artes, el Auditorio Nacional, el Teatro de la Ciudad, entre otros. Sin embargo, al final fue la Unidad deCongresos del Seguro Social.

Para dar claridad a los hechos que ocurrieron, se instaló una comisión plural para las indagatorias. Sin embargo, las inquietudes estaban presentes, de acuerdo a las publicaciones de Excélsior en el Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y Partido Popular Socialista

Mientras no se conozca el peritaje, habrá motivo de especulación sobre las verdaderas causas del siniestro”, manifestó Francisco Ortiz Mendoza, vocero PPS.

Al respecto, el diputado del PRI, Augusto Gómez Villanueva, quien también fue legislador en la LIV Legislatura, recordó que la creación de la comisión plural, donde estuvieron como legisladores Pablo Gómez, Jesús Ortega, Gonzalo Martínez Corbalá, Miguel Montes García, y que sirvió para disipar las dudas, e incluso, se logró aprobar  la reforma electoral que dio origen a una nueva etapa en la vida democrática del país con el nacimiento del INE y dejar atrás la facultad de la Secretaría de Gobernación en los comicios.

México estuvo a punto de incendiarse en las elecciones del 88, y al mismo tiempo cómo coincide con esas circunstancias que también en un incidente que se provocó por un incendio, pues finalmente nos permitió encontrar el camino de la unidad por encima de todo, para poder darle vida a la etapa parlamentaria y sobre todo fortalecer la democracia de nuestro país”, opinó.

Entrevistado también, Jesús Ortega, expresidente nacional del PRI y en la LIV Legislatura por el Partido Mexicano Socialista como coordinador de la fracción parlamentaria, rechazó la versión oficial de que la oposición conoció el dictamen de las causas del incendio.

A pesar de nuestras exigencias para que se dieran a conocer las causas del incendio, no se dieron a mi parecer las verdaderas y siempre se argumentó un corto circuito. Lo que se argumenta siempre para no explicar a fondo las causas de un incendio de tal magnitud”, recordó.